El uso del drone es cada vez más frecuente en Uruguay. Comprarlo en el
exterior es relativamente barato. Por 800 dólares se puede conseguir un
drone profesional y con un poco de práctica cualquiera puede registrar
imágenes aéreas de forma amateur. Claro, hay de varios tamaños y
presupuestos. Depende de la estructura y de la cámara con la que se
registran las imágenes. Los más grandes y profesionales pueden llegar a
superar los 260 kilos.
La Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia)
resolvió reglamentar el uso de estas "cámaras voladoras". Todos los
drones deben adaptarse a esta normativa. Pero por lo pronto, no todos
deben registrarse. Así la nueva reglamentación obliga a registrar sólo
los dispositivos mayores de 25 kilos ante el organismo.
Pero en
los casos de drones medianos y grandes deberán presentar ante la Dinacia
el modelo y se les entregará un número de registro (no una matrícula).
Dónde volar
La
normativa difundida por la Dinacia establece la obligación a todos los
usuarios de drones de pedir autorización para sobrevolar zonas con
concentraciones de gente y áreas pobladas.
Además prohíbe el sobrevuelo en áreas prohibidas o restringidas y en zonas de tráfico de aeropuertos y aeródromos.
También
habrá controles. Según supo el periódico El País la Dinacia " tiene un equipo de
inspectores y que se reciben denuncias de los usuarios y de los propios
operadores". Al obligar a hacer un registro, los usuarios en regla van a
denunciar a aquellos que realicen actividades no autorizadas.
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