Airware, una startup fundada por el exalumno del MIT Jonathan Downey, ha desarrollado el equivalente al primer sistema operativo para drones, que podría ayudar a los fabricantes de estos vehículos no tripulados a personalizarlos para la realización de múltiples tareas (inspección de infraestructuras, vigilancia de explotaciones agrarias y ganaderas, inspecciones de búsqueda y rescate, etc). A día de hoy existen empresas de fabricación de drones cubriendo cada uno de estos campos, el problema es que los equipos se construyen con una sola misión en mente, por lo que su re-aprovechamiento en otras tareas puede resultar tremendamente caro.
Sin embargo, Airware podría haber dado con la solución desarrollando una plataforma (hardware + software + servicios en la nube) que permitirá a los fabricantes elegir componentes y software específicos para cada tarea y añadirlos a drones comerciales. El componente básico de dicha plataforma es el dispositivo de piloto automático, basado en Linux, y con forma de pequeña caja roja que se instala en todos los drones del cliente. En palabras del fundador y CEO de Airware: “Éste es el responsable de hacer volar al drone de forma segura, actuando como centro neurálgico del resto de componentes”.
Para personalizar los drones, los clientes utilizan un software destinado a la selección de componentes de terceros (sensores, cámaras, dispositivos de comunicación, etc), así como a la configuración de sus ajustes y posterior instalación. Otro software les ayuda a planificar y supervisar las misiones en tiempo real, recogiendo y mostrando los datos de las mismas, y permitiendo realizar ajustes en pleno vuelo. Luego, Airware sólo tiene que alojar y analizar los datos en la nube. De este modo, si una compañía decide utilizar un avión no tripulado para la vigilancia de tierras de cultivo, puede agregar fácilmente un software que une conjuntos de imágenes para determinar qué áreas sufren falta o exceso de riego. “No tienen porqué conocer los algoritmos de vuelo, o el hardware subyacente: sólo necesitan conectar su software o dispositivo de hardware a la plataforma”, aclara Downey.
A día de hoy, llevar a cabo el desarrollo de un sistema operativo estándar para los aviones no tripulados es un paso análogo al del lanzamiento de los procesadores Intel y el MS-DOS. Antes de que existieran, el panorama informático estaba dominado por grandes y caras plataformas, y por ordenadores construidos por aficionados pero cuyo software era incompatible con el desarrollado por los demás. Pero al desembarcar Intel y DOS, los ingenieros pudieron construir ordenadores en torno a un procesador estándar, y crear software para un sistema operativo común, lo que hacía innecesario conocer los detalles del hardware sobre el que se ejecutiva. Tras eso, vino el boom de la informática personal.
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